Hacer una lista con mis temas y discos favoritos es algo que siempre me ha llamado mucho la atención. Es una terapia magnífica. Desempolvas todos tu vinilos, rememoras viejas sensaciones… y te das cuenta de la que cantidad de material que tienes y de lo difícil que es escoger sólo diez. A mí me ocurrió esto hace unos meses. La revista HeavyRock me pidió que recomendara los que habían sido para mí los diez mejores discos del año 2007. Fue complicado, pero divertido. Así que le he cogido el gustillo al asunto y me he decidido a contaros cuáles son las cinco canciones que más estoy escuchando estos días. Ahí va eso:
1- “Tu frialdad” de Triana
Es el primer corte del disco Un encuentro (1980) de los sevillanos Triana, sin duda, la mejor banda de rock andaluz de la historia. Un grupo pionero, que combinó a la perfección el rock progresivo con el flamenco y sin el cual sería imposible entender la música en este país. “Tu frialdad” es una obra de arte. La letra está cargada de sentimiento y es muy fácil emocionarse con sólo oír la voz de Jesús de la Rosa, el alma de la banda y uno de los mejores compositores que jamás haya dado el rock español. Lástima que un maldito accidente de coche, el 14 de abril de 1983, acabara con la vida de este genio. Esta canción es un canto al desamor y a la desesperación. El fin del amor y el inicio de la rutina. Los que hemos pasado por esto sabemos que es mejor poner freno a tiempo y no alargar más tiempo algo que ya no tiene sentido. De la Rosa lo tenía muy claro.
2- “Mr. Crowley” de Ozzy Osbourne
Tras abandonar Black Sabath, el ‘loco’ inició su carrera en solitario con el disco Blizzard of Ozz (1990). En este álbum Ozzy sentó las bases del Heavy Metal más directo y comercial (en el buen sentido de la palabra) y con él empezó a forjarse una legión de seguidores por todo el mundo, entre lo que, por supuesto, me incluyo. Además, supuso el descubrimiento de un guitarrista fuera de serie, Randy Rhoads, que hasta entonces derrochaba talento en Quiet Riot. Escuché este álbum por primera vez hace muchos años, cuando me empecé a interesar por Black Sabath, y enseguida me enganché al tema “Mr. Crowley”. Una canción espectacular que empieza con una tenebrosa intro a cargo del teclista Don Airey y en la que Rhoads hace un trabajo guitarrístico para enmarcar. Cinco minutos de magia para cerrar los ojos y soñar.
3- “Fuego en mi oficina” de 091
Allá por 1983, unos jovencísimos 091 grabaron un single llamado Fuego en la oficina. Su éxito fue tremendo y posteriormente, en 1996, se incluyó como bonus track en el remasterizado Cementerio de automóviles. Es la canción más macarra de los granadinos. Punk corrosivo y letras reivindicativas al más puro estilo Sex Pistols. Entré en contacto con este tema gracias al álbum Último concierto de 2000. La primera vez que la escuché lamenté haberlo hecho, no me encajaba en el estilo de 091, a los que admiro por sus magníficas composiciones. Pero ahora, que me estoy volviendo un rebelde y que creo que he vuelto otra vez a la adolescencia, me parece muy interesante. Cada vez que retumba a todo volumen en mi cabeza me dan ganas de salir a la calle y empezar a quemar papeleras y volcar contenedores.
4- “Sting me” de The Black Crowes
Es el tema que abría mi segunda recopilación de videoclips grabados de la tele en una cinta VHS. “Sting me” es el primer corte del álbum The Southern Harmony and Musical Companion (1992) de los estadounidenses The Black Crowes. Una banda fundamental en mi vida, ya que gracias a ella descubrí la psicodelia y a grupos como Jefferson Airplane o The Small Faces. Este tema me enseñó que había vida más allá de Leño, Barón Rojo u Obús y me abrió las puertas de la música anglosajona. “Sting me” siempre ha sacado mi lado más chulo y golferas, y tengo muy claro que si alguna vez me hubiese dedicado a la música mis composiciones habrían ido por ese camino. Una buenas botas de cowboy y a recorrer las interminables carreteras del estado de Texas con una explosiva rubia (o morena, no quiero líos) en el asiento de mi Cadillac.
5- ‘Hunger Strike’ de Pearl Jam
“Hunger Strike” se ha convertido en un clásico en los directos de Pearl Jam (y en los de Audioslave), aunque, de momento, no la han grabado en ningún álbum de estudio. Yo lo conocí por casualidad, cuando escuché el concierto que los norteamericanos realizaron en México D.F. el 19 de julio de 2003. Es un tema que me habría pasado desapercibido de no ser por la potente voz de la guapa Corin Tucker (cantante de Sleater-Kinney) que se subió al escenario para echarle una mano a Eddie Vedder. Es un tema perfecto para reencontrarse con el amor y perderse por las calles de Seattle en busca de una buena pinta de cerveza.
1- “Tu frialdad” de Triana
Es el primer corte del disco Un encuentro (1980) de los sevillanos Triana, sin duda, la mejor banda de rock andaluz de la historia. Un grupo pionero, que combinó a la perfección el rock progresivo con el flamenco y sin el cual sería imposible entender la música en este país. “Tu frialdad” es una obra de arte. La letra está cargada de sentimiento y es muy fácil emocionarse con sólo oír la voz de Jesús de la Rosa, el alma de la banda y uno de los mejores compositores que jamás haya dado el rock español. Lástima que un maldito accidente de coche, el 14 de abril de 1983, acabara con la vida de este genio. Esta canción es un canto al desamor y a la desesperación. El fin del amor y el inicio de la rutina. Los que hemos pasado por esto sabemos que es mejor poner freno a tiempo y no alargar más tiempo algo que ya no tiene sentido. De la Rosa lo tenía muy claro.
2- “Mr. Crowley” de Ozzy Osbourne
Tras abandonar Black Sabath, el ‘loco’ inició su carrera en solitario con el disco Blizzard of Ozz (1990). En este álbum Ozzy sentó las bases del Heavy Metal más directo y comercial (en el buen sentido de la palabra) y con él empezó a forjarse una legión de seguidores por todo el mundo, entre lo que, por supuesto, me incluyo. Además, supuso el descubrimiento de un guitarrista fuera de serie, Randy Rhoads, que hasta entonces derrochaba talento en Quiet Riot. Escuché este álbum por primera vez hace muchos años, cuando me empecé a interesar por Black Sabath, y enseguida me enganché al tema “Mr. Crowley”. Una canción espectacular que empieza con una tenebrosa intro a cargo del teclista Don Airey y en la que Rhoads hace un trabajo guitarrístico para enmarcar. Cinco minutos de magia para cerrar los ojos y soñar.
3- “Fuego en mi oficina” de 091
Allá por 1983, unos jovencísimos 091 grabaron un single llamado Fuego en la oficina. Su éxito fue tremendo y posteriormente, en 1996, se incluyó como bonus track en el remasterizado Cementerio de automóviles. Es la canción más macarra de los granadinos. Punk corrosivo y letras reivindicativas al más puro estilo Sex Pistols. Entré en contacto con este tema gracias al álbum Último concierto de 2000. La primera vez que la escuché lamenté haberlo hecho, no me encajaba en el estilo de 091, a los que admiro por sus magníficas composiciones. Pero ahora, que me estoy volviendo un rebelde y que creo que he vuelto otra vez a la adolescencia, me parece muy interesante. Cada vez que retumba a todo volumen en mi cabeza me dan ganas de salir a la calle y empezar a quemar papeleras y volcar contenedores.
4- “Sting me” de The Black Crowes
Es el tema que abría mi segunda recopilación de videoclips grabados de la tele en una cinta VHS. “Sting me” es el primer corte del álbum The Southern Harmony and Musical Companion (1992) de los estadounidenses The Black Crowes. Una banda fundamental en mi vida, ya que gracias a ella descubrí la psicodelia y a grupos como Jefferson Airplane o The Small Faces. Este tema me enseñó que había vida más allá de Leño, Barón Rojo u Obús y me abrió las puertas de la música anglosajona. “Sting me” siempre ha sacado mi lado más chulo y golferas, y tengo muy claro que si alguna vez me hubiese dedicado a la música mis composiciones habrían ido por ese camino. Una buenas botas de cowboy y a recorrer las interminables carreteras del estado de Texas con una explosiva rubia (o morena, no quiero líos) en el asiento de mi Cadillac.
5- ‘Hunger Strike’ de Pearl Jam
“Hunger Strike” se ha convertido en un clásico en los directos de Pearl Jam (y en los de Audioslave), aunque, de momento, no la han grabado en ningún álbum de estudio. Yo lo conocí por casualidad, cuando escuché el concierto que los norteamericanos realizaron en México D.F. el 19 de julio de 2003. Es un tema que me habría pasado desapercibido de no ser por la potente voz de la guapa Corin Tucker (cantante de Sleater-Kinney) que se subió al escenario para echarle una mano a Eddie Vedder. Es un tema perfecto para reencontrarse con el amor y perderse por las calles de Seattle en busca de una buena pinta de cerveza.
Comentarios
Por cierto, tu imparcialidad en ese listado, se dejó entrever???? jejejejeje
Ala majete, nos la vemos! ;)
Si entrais al blog, no os asusteis, is under construction ;)
R