Leño, considerados los padres del rock urbano patrio, se disolvieron en octubre de 1983, hace justamente tres décadas. Las generaciones posteriores de rockeros han seguido encumbrándoles en lo más alto, pero nunca han tenido la oportunidad de verlos en directo. Sólo unos pocos privilegiados tuvieron la suerte de verlos juntos en el miniconcierto de sólo cinco canciones que ofrecieron en 2010 en la Sala Caracol de Madrid. Fue un regreso tan sorprendente como efímero.
Tres años después, el tarraconense Tony Urbano, bajista de la mítica banda liderada por Rosendo Mercado, volvió a subirse a un escenario. Fue el viernes por la noche en la Sala Zero de Tarragona, durante el concierto de los madrileños Boikot –ya tocó con ellos en las Barraques de Reus de 2011–.
Su aparición fue el colofón a una sobresaliente velada de rocanrol. Agarró el bajo para interpretar por enésima vez Maneras de vivir, tema más emblemático de Leño. Le echó la misma ilusión que un principiante. Ya no es un chaval, pero sus acordes sonaron igual que siempre. Fueron cinco minutos intensos, mágicos. En cierto modo, muchos de los que estábamos allí cumplimos un sueño.
Urbano fue el protagonista inesperado de una actuación memorable de Boikot. Los de Vallecas rindieron a su mejor nivel, intercalando temas de su último disco, Lágrimas de rabia, con sus viejos clásicos y versiones de las grandes grupos del rocanrol nacional. Sorprende verlos en salas tras más de dos décadas siendo asiduos de festivales, pabellones y campos de fútbol.
Su set list incluyó las coreadas y bailadas Inés, De espaldas al mundo, Hasta siempre, Stop censura o Naita na. Con Kualkier día llegó el popurrí, con los estribillos de Marihuana de Porretas y Vicio de Reincidentes. También rindieron homenaje a los recién separados Barricada con unas impecables Todos mirando y No hay tregua.
Antes, los tarraconenses Apelo, que ejercieron de teloneros, caldearon el ambiente con un formidable concierto de punk rock visceral y reivindicativo. Son una de las bandas a tener muy en cuenta dentro del panorama local.
Tres años después, el tarraconense Tony Urbano, bajista de la mítica banda liderada por Rosendo Mercado, volvió a subirse a un escenario. Fue el viernes por la noche en la Sala Zero de Tarragona, durante el concierto de los madrileños Boikot –ya tocó con ellos en las Barraques de Reus de 2011–.
Su aparición fue el colofón a una sobresaliente velada de rocanrol. Agarró el bajo para interpretar por enésima vez Maneras de vivir, tema más emblemático de Leño. Le echó la misma ilusión que un principiante. Ya no es un chaval, pero sus acordes sonaron igual que siempre. Fueron cinco minutos intensos, mágicos. En cierto modo, muchos de los que estábamos allí cumplimos un sueño.
Urbano fue el protagonista inesperado de una actuación memorable de Boikot. Los de Vallecas rindieron a su mejor nivel, intercalando temas de su último disco, Lágrimas de rabia, con sus viejos clásicos y versiones de las grandes grupos del rocanrol nacional. Sorprende verlos en salas tras más de dos décadas siendo asiduos de festivales, pabellones y campos de fútbol.
Su set list incluyó las coreadas y bailadas Inés, De espaldas al mundo, Hasta siempre, Stop censura o Naita na. Con Kualkier día llegó el popurrí, con los estribillos de Marihuana de Porretas y Vicio de Reincidentes. También rindieron homenaje a los recién separados Barricada con unas impecables Todos mirando y No hay tregua.
Antes, los tarraconenses Apelo, que ejercieron de teloneros, caldearon el ambiente con un formidable concierto de punk rock visceral y reivindicativo. Son una de las bandas a tener muy en cuenta dentro del panorama local.
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