Javier Hernández ‘Boni’ formó parte durante más de treinta
años de los desaparecidos Barricada. Tras su disolución en 2013, se enfrascó en
nueva aventura en solitario. En abril
publicó su segundo disco por libre, ‘Incandescente’. Esta noche actúa en la
Sala RedStar de Valls, con Malos Tragos de teloneros. La apertura de puertas
será a las 23.30h.
Vuelve en solitario trece años después.
El tiempo pasa y los años se notan, pero me sigue gustando
este oficio y el rock and roll tanto o más que cuando era una chaval. Cuando se
acabó Barricada decidí tomarme un tiempo para reflexionar, para poner mi cabeza
a cero. Después de más de treinta años en esa gran banda tenía que asimilar un
final que tuvo sus dimes y diretes.
Y grabó ‘Incandescente’.
Después de ese período de reseteo , me sentí eufórico, con
muchas ganas de componer. Entré en mi estudio y me olvidé de las prisas. Quizá
por la edad, me apetecía hacer las cosas
de una manera más reposada. Quería hacer
un disco que me convenciera al 100% y estoy muy contento con el resultado.
¿Utilizó material de su época en Barricada?
Los que nos dedicamos a hacer canciones siempre tenemos por
casa historias y bocetos, y hay cosas que utilizas y otras que no. Este disco
surgió a partir de ese momento de impasse que tuve. Partí de cero, aunque conserva
la raíz y el rugido rocanrolero de Barricada.
El disco está compuesto por once temas eléctricos y ocho acústicos.
Cuando me senté a componer dejé que las ideas fluyeran,
unos días me apetecía tocar la eléctrica y otros, la acústica. Me puse a escribir las letras sin ningún complejo,
plasmando lo que me salía del corazón y del estómago. Las canciones acústicas
son más suaves pero tienen una carga letrística igual de dura que las eléctricas.
En ese momento me apetecía hacer esto; igual en el próximo disco, si es que lo
hay, hago otra cosa.
¿Cómo conjuga los dos formatos en directo?
Hay un par de temas acústicos que se prestan para tocarlos
en eléctrico, pero ahora es complicado porque estamos en pleno proceso de
reconstrucción de la banda. Los músicos que grabaron conmigo el disco ya no están.
El formato acústico me gusta porque permite, por ejemplo, apoyar una causa en
un bar sin necesidad de todo el montaje de un concierto eléctrico.
‘Incandescente’ mantiene la esencia del rock urbano puro.
Es lo que siempre he hecho, con Barricada y en solitario.
La música que me gusta va en esa línea, es el ambiente en el que me siento más
cómodo. Aunque escucho a grupos de todo tipo, The Toy Dolls, Foo Fighters, The
Clash, Thin Lizzy... Trato de hacer canciones que después pueda defender en
directo igual que suenan en el disco.
Sigue siendo combativo.
En Barricada, El Drogas era quien encabezaba la literatura
del grupo, pero yo siempre he estado muy de acuerdo con lo que expresaba. Tengo
mis limitaciones al escribir canciones, pero siempre me ha gustado coger papel
y boli y plasmar los aspectos que me preocupan a nivel político y social o
cosas que suceden a mi alrededor, de la vida cotidiana, el sexo... El rock
tiene que ser combativo y mostrar la cara más amarga de la sociedad, pero, a la vez, lo más divertido.
¿Tiene alguna espina clavada de Barricada?
No haber terminado como a los seguidores les habría gustado,
habiéndonos despedido de una manera más normal. Los fans nos quieren y nos lo
han perdonado. En todas las familias pasa de todo, pero seguro que en el futuro
volveremos a encontrarnos en algún concierto y brindaremos y nos saludaremos
cordialmente.
¿Barricada volverá a juntarse algún día?
A día de hoy lo veo difícil. Han pasado dos años y todavía
está todo muy reciente. Cada uno está enfrascado en sus propios proyectos y
tiene la cabeza en otra parte –El Drogas en solita-rio y Alfredo en Miss
Octubre–. Es pronto para pensar en una posible vuelta, pero nunca se sabe.
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