Lilith han tenido un inicio de gira accidentado. Su
furgoneta les dejó tirados en medio de la carretera y tuvieron que cancelar sus
dos primeros conciertos, en Salamanca y Toledo. Eso convirtió Salou en la
primera ciudad en escuchar en directo los temas de su nuevo disco ‘Leche de
rock’. Fue también el debut del batería Francesco Gavosto.
La banda liderada por la carismática Agnès
Castaño se desquitó en Kalea Bar, el templo rockero por
antonomasia de la Costa
Daurada. Sobrevive a las discotecas en uno de los municipios más reggaetoneros
en verano. Por sus tablas han pasado todos los grupos destacados de la escena
de la provincia de Tarragona, como No Apto, Ausentes o Enrique Espera. No se es
nadie en Tarragona si no se ha tocado en el Kalea. Pero esta vez, el pequeño escenario era para los barceloneses
Lilith. No era su primera vez allí. Pese a que era una visita de renombre, el local no se llenó. Quizá porque la temporada turística todavía no ha despegado. La cita se merecía más público, una lástima. Los que se quedaron en casa se perdieron un bolo de los que enganchan, de esos que se pasan volando. Tremendo el derroche de fuerza y energía de la incansable Agnès. Ella es el epicentro del grupo y probablemente la mejor vocalista femenina del rock patrio (también forma parte de Miss Octubre).
La noche iba de presentaciones, así que arrancaron con material nuevo. La primera canción en sonar fue ‘Payaso’, con riffs electrizantes a lo Sex Pistols. Luego llegaron ‘Hijas de Lilith’, ‘Pasado’ y ‘La edad de la mujer’. La cantante reivindicó en todo momento el papel de la mujer en la sociedad y criticó las trabas que se encuentran aquellas que son madres. Con descaro, chulería y una potente voz desgarrada, fue saltando del hard rock al punk a través de ‘Miénteme’, ‘El amor duele’ o ‘Porros’. No tiene problema en cambiar de registro, tan pronto se pone dulce en ‘Peter Pan’ como se desboca en una versión cruda de ‘Por qué te vas’ de Jeanette (tema compuesto por José Luis Perales en 1974). Siempre con un envoltorio muy guitarrero. Para el final dejaron otros dos trallazos nuevos, ‘El proscrito’ y ‘El muro’. Ya puede empezar el verano en Salou.
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